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El problema aquí es que caminar, pisar o empujar hacia adelante es precisamente lo que el principiante no debe hacer. Si das un paso hacia adelante en un movimiento de caminar en patines y tu rueda de talón toca el suelo primero, ese patín rodará sin control delante de ti, enviándote potencialmente a una división.
Si das un paso adelante con el pie plano y todas las ruedas tocan el suelo al mismo tiempo, es mejor, pero tus patines seguirán rodando en direcciones imprecisas. Dar un paso hacia delante o caminar con los patines es, en el mejor de los casos, ineficaz y extraño, y en el peor, doloroso y peligroso. Y si te lesionas, es fácil que dejes de patinar para siempre.
Cuando empieces a patinar en línea, es importante que entiendas cómo se crea la propulsión básica con todos los patines: poniendo los patines en forma de «V» como una porción de pizza, o como la esfera de un reloj cuando faltan cinco minutos para la una (~60 grados en línea recta) con los dedos de los pies ligeramente evertidos y los talones juntos.
Lo mejor es practicar los tres primeros ejercicios para principiantes sobre una alfombra o hierba o cualquier otra superficie de alta fricción que evite que ruedes. (Incluso puedes empezar a practicar las posiciones y los movimientos con los pies sin patines mientras estás leyendo esto).
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La historia del patinaje en líneaLos primeros patines conocidos fueron creados en la década de 1760 y poseían una sola línea de ruedas. Durante el siglo siguiente, las ruedas de los patines siguieron esta alineación. En 1819, en París, M. Petitbled patentó el primer patín de ruedas, utilizando de nuevo tres ruedas en fila. Durante los siguientes 40 años, todos los patines tenían un conjunto de ruedas en línea, variando en número (algunos tenían hasta seis o tan sólo dos) y en su diseño. Sin embargo, estos patines carecían de la capacidad de girar fácilmente.
En 1863, James Plimpton revolucionó el patín al inventar un patín con cuatro ruedas, dos pares colocados uno al lado del otro, también conocido como patín cuádruple. Como este patín permitía un mayor control y facilidad de patinaje, el patín de cuatro ruedas pasó a dominar rápidamente la industria. Aunque se renunció en gran medida a favor del patín cuádruple más popular, varias empresas siguieron diseñando patines con un juego de ruedas en línea.
La empresa Peck & Snyder patentó en 1900 un patín en línea con dos ruedas. En 1905, John Jay Young, de la ciudad de Nueva York, patentó un patín en línea con abrazadera de longitud ajustable. En 1910, la Roller Hockey Skate Company diseñó un patín en línea de tres ruedas con zapata de cuero, y en la década de 1930 la Best-Ever Built Skate Company fabricó un patín en línea con tres ruedas cerca del suelo.
Aprender a patinar a los 30 años
Acoplar ruedas a tus pies es una realidad totalmente diferente a la de caminar o correr. Ningún otro deporte que hayas practicado puede prepararte para la sensación única de las ruedas. Incluso el monopatín es muy diferente, ya que en cualquier momento puedes bajarte. Los patines en línea están sujetos a tus pies. Donde ellos van, tú vas.
Algunas personas son naturales y tienen pocas dificultades para empezar a patinar en línea, pero la mayoría experimenta un miedo a las caídas, que proviene de que tu cuerpo sabe que puede no tener el control de lo que está pasando, y que las consecuencias duelen.
Para los patinadores experimentados, al igual que para los conductores experimentados, la actividad se convierte en una segunda naturaleza, y no parece difícil de hacer (aunque patinar bien, obviamente, se siente mucho más como un dios, cuando se puede hacer, que conducir).
El conductor debe aprender a coordinar la mirada en el espejo retrovisor, la señalización y la realización correcta de una maniobra de principio a fin. Se trata de un proceso que, al principio, requiere un esfuerzo consciente y una reflexión antes de que se convierta en un hábito.
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